El tema para este año 2019 es : «Reducir el daño por desastre a la infraestructura crítica y la interrupción de los servicios básicos».
Cada 13 de octubre se celebra el Día Internacional para la Reducción de los Desastres, con el objetivo de minimizar los riesgos derivados de los desastres naturales y generar una cultura mundial sobre prevención y preparación ante fenómenos naturales.
En 1989 la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el Día Internacional para la Reducción de los Desastres Naturales, que se celebraría el segundo miércoles de octubre.
A partir de 2009, la celebración pasó al 13 de octubre y cambió de nombre, llamándose a partir de entonces, Día Internacional para la Reducción de los Desastres. El motivo de este cambio se debe a que, según la Oficina de Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNISDR):
«Los desastres no son naturales, sino que son el resultado de las omisiones y la falta de prevención y planificación ante los fenómenos de la naturaleza.»
Como datos curiosos, durante los últimos 20 años, más de 1,35 millones de personas han perdido la vida como resultado de la exposición a amenazas naturales, en especial mujeres y niñas.
Además, más de 4.000 millones de personas han tenido que desplazarse y se han quedado sin hogar, o han resultado heridas, lesionadas, o han tenido que recurrir a algún tipo de ayuda de emergencia.
Miles de infraestructuras y servicios básicos han sido destruidos y paralizados, causando más daños a la población y a la economía de los países afectados.
¿Por qué un día para la reducción de los desastres?
Los desastres naturales, muchos de ellos, consecuencia del cambio climático, hoy por hoy son inevitables, pero los daños que causan pueden minimizarse si se toman algunas medidas concretas. Concretamente son los gobiernos locales y regionales los que tienen que hacer un esfuerzo para la preparación y la respuesta a las catástrofes.
La edición de 2019 continúa como parte de la campaña «Sendai Seven», centrada en los siete objetivos del Marco de Sendai. Este año se centrará en la meta D del Marco de Sendai: «Reducir considerablemente los daños causados por los desastres en las infraestructuras vitales y la interrupción de los servicios básicos, como las instalaciones de salud y educativas, incluso desarrollando su resiliencia para 2030».
Dados los altos índices de muertes, especialmente en terremotos y tsunamis, es importante poder garantizar que las escuelas y los hospitales estén construidos de acuerdo a párametros de durabilidad. Ello pasa porque se cumplan las normas de planificación de ubicación y peligro y los códigos de construcción. Otras áreas de infraestructura crítica que ayudan a lograr otros objetivos del Marco de Sendai incluyen servicios y servicios que pueden salvar vidas, como el suministro de alimentos y agua, energía, telecomunicaciones y transporte.
Fuente
https://www.diainternacionalde.com
https://www.un.org