Hijo de Francisca Castillo y Antonio Mella Álvarez, nació en Santo Domingo el 25 de febrero de 1816. Militar, político y activista dominicano, luchador de las libertades patrias.
Por sus conocimientos militares, fue considerado el más calificado para organizar las actividades de revuelta independentista en las que participó junto a sus compañeros.
De Mella se dice incluso que, de los tres patricios, él fue el estratega, ya que utilizó habilidades propias de esta técnica para poner fin a la ocupación haitiana.
El Patricio se desarrolla política y profesionalmente de 1822 a 1843 durante los años que el presidente haitiano Jean Pierre Boyer dominaba el territorio de la parte española de la isla.
Hizo el servicio militar con el que adquirió notoriedad entre sus compañeros y superiores por su seriedad, carácter responsable y por su valor personal.
Matrimonio
En el año 1838 comparecieron ante Martín Guzmán Galicia, oficial de Estado Civil de la Común de Santo Domingo, Matías Ramón Mella y Josefa Brea, joven perteneciente a una familia ilustre del país, con quien procreó cuatro hijos: Ramón María, Dominga América María, Antonio Nicanor e Ildefonso.
La Trinitaria
Aunque no participó en la fundación de La Trinitaria, una vez fundada, se sumó a ella en calidad de miembro mediante un comunicado, junto a Sánchez y Félix María del Monte. Duarte vio en Mella un discípulo de condiciones excepcionales y lo designó como sustituto de Juan Nepomuceno Ravelo cuando éste fracasó en las gestiones de llegar a un acuerdo con los dirigentes haitianos con la finalidad de organizar el movimiento de “La Reforma”.
Influencia de Mella en la gesta patriótica
La honra y el honor de ver ondear la bandera tricolor, de poder repetir una y mil veces que somos independientes de toda potencia extranjera, también se lo debemos a Matías Ramón Mella, un patricio que dio todo para que hoy podamos decir a viva voz que somos libres.
A pesar de no ser uno de los fundadores de la Sociedad Secreta La Trinitaria pero entre los años 1838 y 1843 se convirtió en uno de los partidarios adeptos más eficaces en conquistar la separación de las comunidades dominicana y haitiana para luego crear un Estado independiente de toda influencia extranjera bajo el nombre de República Dominicana. Acción que le mereció la plena confianza de Juan Pablo Duarte.
En el año 1843 Duarte lo nombró representante de la gesta para trasladarse a la villa haitiana de Los Cayos de San Luis, al sur de Haití, para hacer contactos con Charles Hérard y los revolucionarios reformistas adversarios del presidente Boyer.
La estrategia de Duarte de asociarse con los enemigos de Boyer, encontró en Mella una persona capaz de sumar a los militares y civiles que encabezados por Charles Hérard, querían el derrocamiento del presidente de la República que tenía más de veinte años gobernando.
Al regresar de Los Cayos de San Luis en Haití, luego del derrocamiento del presidente Boyer, Mella partió hacia el Cibao Central para difundir el ideal republicado en toda esta zona.
Luego de su triunfo Charles Hérard, ordenó la prisión de Mella, Rafael Servando Rodríguez y el sacerdote Juan Puigbert, acusándolos de querer destruir el ejército y los remitió a Puerto Príncipe donde permanecieron dos meses detenidos, regresando en septiembre a la parte oriental.
En enero de 1844 Mella ayudó a Sánchez, jefe del Movimiento independentista por la ausencia de Duarte, a redactar el Acta de Independencia y, a sugerencia suya, se le llevó a Tomás Bobadilla para su revisión.
El trabucazo que se convierte en un grito de independencia
Esa noche, los rebeldes liderados por Sánchez, ante la ausencia de Duarte, se congregaron en la Puerta de la Misericordia un grupo de valientes hombres, pero ante la vacilación de algunos de los complotados Mella tiró el trabucazo que los comprometió a todos, y Sánchez izó la bandera tricolor, gritando todos al unísono el lema ¡Dios, Patria y Libertad!
Luego los patriotas se dirigieron a la Fortaleza Ozama y la tomaron por asalto, la guarnición haitiana se rindió ante el arrojo de las tropas criollas.
Esa histórica noche nació la nación que soñó Duarte, la República Dominicana, que hoy celebra el Bicentenario de unos de sus grandes hombres: Ramón Matías Mella.
Hombre íntegro y horado
Luego del éxito la rebelión independentista y el triunfo de la Batalla del 19 de marzo, los acontecimientos tomaron un giro diferente. Duarte se presentó en el Cibao y Mella, entusiasmado e impulsivo, lo proclamó Presidente de la República.
Esa acción rompió el equilibrio de las fuerzas que dirigían la joven república y terminó imponiéndose el sector social más atrasado, encabezado por Pedro Santana y Tomás Bobadilla. Los auténticos héroes nacionales son declarados traidores a la patria y expulsados de por vida del territorio nacional. Volvió, junto con Sánchez, al país en 1848 amparado por la amnistía decretada por el Presidente Manuel Jiménez.
Cuando Faustino Soulouque invade el país, Mella se incorporó al Ejército, destacándose en la famosa Batalla de Las Carreras, tras la cual hace las paces con Santana, a pesar de que lo había apresado y deportado anteriormente.
Por un tiempo Mella pareció olvidarse de los ideales duartianos y desempeñó varios cargos entre los cuales se encontró la presentación a España de la alternativa entre el protectorado del país o el reconocimiento de su independencia.
Sin embargo, arrepentido de su actuación, cuando en 1860 tiene noticias de los planes de Santana para proponer la anexión de la República a España se disgustó con él, oponiéndose rotundamente al proyecto, siendo nuevamente encarcelado y 72 días más tarde deportado una vez más.
Días antes de desatarse la epopeya Restauradora retorna a Santo Domingo, sumamente enfermo, razón por la cual se le permitió desembarcar y tan pronto se dio el grito de Capotillo, partió hacia San Francisco de Macorís para integrarse a las luchas del pueblo en armas.
A inicios de marzo de 1864 el Gobierno da instrucción al General Perpignan de conservar su vida y trasladarlo a Santiago donde recibiría las atenciones médicas necesarias.
El 17 de Marzo y muy enfermo fue electo Vicepresidente de la República. Antes de morir tuvo la alegría de abrazar a Duarte nuevamente, su viejo maestro, cuyas prédicas había vuelto a obedecer. En su diario de viaje a Caracas acompañando a Duarte, Rodríguez Objio describe su encuentro con
Mella de La Siguiente manera:
Visité al ilustre General Mella el 7 de Marzo , soldado de dos grandes épocas , que se hallaba postrado en su lecho de muerte en una pequeña casa de las improvisadas después del incendio y cerca del fuerte San Luis ( Hoy 16 de Agosto Esq. Cuba- -la familia Herrera era la propietaria del solar todavía a finales de siglo XIX), ahí le abraza Duarte ,después de 20 años de separación , no sin dejar de expresar su indignación por la extrema pobreza en que se encontraba aquel hombre que llego a ser un gran jerarca militar y con categoría de patriota y héroe nacional , a Duarte le manifestó Mella que ante la imposibilidad de vivir para ver su patria libre de huestes extranjeras deseaba que lo enterraran en la fosa envuelto en la Bandera Nacional como sudario , esta solicitud conmovió a Duarte quien no pudo evitar derramar algunas lágrimas al tiempo de darle el ultimo abrazo.
Muerte de Mella y solidaridad de Duarte
El general Matías Ramón Mella, mientras rendía sus útiles servicios a la causa, fue atacado de disentería y exhaló el último aliento el 4 de junio de 1864 en extrema pobreza. Vivía entonces en una humilde casita, de las improvisadas después del incendio, sita al pie del fuerte San Luis, en Santiago de los Caballeros. Murió con la singular distinción de ser dos veces prócer de la República. Pidió que lo enterraran envuelto en la Bandera Nacional, y así se hizo. Sus restos se encuentran, junto a los de Duarte y Sánchez, en el Altar a la Patria.
Fuentes:
Listindiario.com.do
Lavendatransparente.wordpress.com
DiarioLibre.con.do
Educando.edu.do
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