Educación para los pueblos, el planeta, la prosperidad y la paz
La educación es un derecho humano
El derecho a la educación está consagrado en el artículo 26 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. La declaración exige la educación primaria gratuita y obligatoria. La Convención sobre los Derechos del Niño, adoptada en 1989, va más allá al estipular que los países deberán hacer que la educación superior sea accesible para todos.
La educación es clave para el desarrollo sostenible
Cuando se adoptó la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, la comunidad internacional reconoció que la educación es esencial para el éxito de sus 17 objetivos. El Objetivo número 4 de Desarrollo Sostenible tiene, concretamente, como objetivo “garantizar una educación de calidad inclusiva y equitativa y promover oportunidades de aprendizaje permanente para todos y todas” para el año 2030.
Los desafíos para lograr la educación universal
La educación ofrece a los niños y las niñas una oportunidad de salir de la pobreza y un camino para alcanzar un futuro prometedor. Sin embargo, 258 millones de niños y jóvenes siguen sin estar escolarizados, 617 millones de niños y adolescentes no pueden leer ni tienen los conocimientos básicos de matemáticas; menos del 40 por ciento de las niñas del África Subsahariana completan los estudios de secundaria de ciclo inferior y unos 4 millones de niños y jóvenes refugiados no pueden asistir a la escuela. El derecho a la educación de estas personas se ve afectado y eso es inaceptable.
Sin una educación de calidad, inclusiva y equitativa para todos y de oportunidades de aprendizaje a lo largo de toda la vida, los países no lograrán alcanzar la igualdad de género ni romper el ciclo de pobreza que deja rezagados a millones de niños, jóvenes y adultos.
Aprendizaje para los pueblos, el planeta, la prosperidad y la paz
El tema de la conmemoración de 2020, “El aprendizaje para los pueblos, el planeta, la prosperidad y la paz”, pone de relieve la naturaleza integral de la educación, sus objetivos humanistas, así como el papel central que desempeña en la realización de nuestros anhelos colectivos en materia de desarrollo. Asimismo, proporciona a las partes interesadas y socios la flexibilidad necesaria para que puedan adaptar esta celebración a los diferentes tipos de público y contextos diversos, así como a los temas prioritarios.
La celebración de 2020 posiciona a la educación y al aprendizaje que de esta se desprende como el mejor recurso renovable de la humanidad y reafirmará el papel de la educación como derecho humano fundamental, bien público y motor de la Agenda de Desarrollo Sostenible de aquí a 2030. Asimismo, definirá “la educación de calidad inclusiva y equitativa y el aprendizaje a lo largo de toda la vida para todos y todas” como un objetivo en sí mismo, y como medio necesario para acelerar el progreso hacia la consecución de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible.
En República Dominicana para este año lectivo 2019-2020 se destaca la Educación Técnica Profesional y Artes, las cuales sirven de eje fundamental para la construcción de aprendizajes a lo largo de la vida, ofreciendo así a los y las estudiantes la oportunidad de insertarse en el mundo laboral de manera efectiva y como entes activos dentro de la dinámica de inclusión social. Este tipo de educación procura que nuestros jóvenes puedan ver las oportunidades que les brinda el poder capacitarse y formarse logrando el desarrollo de las distintas competencias que propicia el currículo dominicano.
Priorizando esta forma de educar se procura impactar de manera directa a las familias dominicanas, pero al mismo tiempo la calidad de nuestros egresados de la Educación Técnico Profesional para incidir de esa manera en el desarrollo social del país y de su propio contexto local, provincial y nacional. En lo que concierne a los y las docentes, se propicia mayor compromiso y entrega de éstos para lograr que nuestros estudiantes se conviertan en referentes, tanto entre sus familiares más cercanos como entre las personas con las cuales ellos interactúan en sus diversos contextos.
Todos los esfuerzos que estamos realizando desde el Ministerio de Educación es con la finalidad de mejorar los procesos que garanticen mejor calidad de vida para nuestros actores principales: nuestros estudiantes. Cada día se les tiene que poner atención a los desafíos que nos plantea la educación en estos momentos y eso nos compromete aún más para que nuestros profesores y estudiantes puedan desarrollar las capacidades necesarias que los lleven a la construcción de un futuro auspicioso, con múltiples oportunidades y un sentido humano, y que puedan sentirse útiles a la sociedad a pesar de las exigencias actuales. Es por eso que apostamos al desarrollo de una Educación Técnica prometedora, motivadora y sobre todo, apta para brindar espacios de desarrollo sostenible en cada una de sus aplicaciones educativas.
Fuentes:
https://www.un.org/