Su vida pública se inicia con una valiente participación en Capotillo. Era ganadero y poseía una importante fortuna. Ocupó diversos puestos en la vida pública, desde múltiples funciones militares hasta presidente de la República. Fue preso en 1863, junto a Lucas Evangelista y otros al fracasar el primer intento revolucionario contra la Anexión a España.
Se escapó de la cárcel y se refugió en Haití. Al producirse el Grito de Capotillo se integró decididamente a las luchas restauradoras participando en forma destacada en las principales acciones bélicas.
Más tarde fue designado General en Jefe de las “Fuerzas del Este” y desde allí trasladado a la Línea Noroeste como “Delegado Jefe de Operaciones” en esa región. El 10 de febrero de 1864 fue nombrado gobernador de Santiago e inmediatamente partió a combatir, en Puerto Plata, en auxilio de Gaspar Polanco que perseguía las tropas españolas en retirada hacia ese puerto de mar. En enero de 1865 fue designado Ministro de Guerra y elegido diputado por Santiago a la Asamblea Nacional que se reuniría dentro del territorio controlado por los restauradores.
Fue elegido presidente de la República Dominicana el 25 de marzo de 1865. Una de sus primeras medidas fue la designación de un consejo de guerra para que fuera juzgado el ex presidente Gaspar Polanco y su gabinete.
Su gobierno lo ejerció con la autoridad y energía propios de su carácter incurriendo, a veces, en excesos de arbitrariedad y despotismo carentes de intención dañina o de perversidad; por el contrario, como una expresión de celo en el cumplimiento de sus deberes en el ejercicio de la autoridad que en momentos difíciles había sido puesta en sus manos. En su mandato concluyó la Guerra Restauradora.
Murió enfermo y sin dinero en Quartier-Morin, Haití, en 1874.