Esta efeméride se celebra el último miércoles del mes de Octubre con el objetivo de presentar una rendición de cuentas, pues permite detectar fortalezas y debilidades, que al final deben ser vistas como oportunidades de mejora e incremento de la calidad.
La evaluación encaja en la visión de mejora de las instituciones educativas, de planes y programas curriculares, del proceso de enseñanza y aprendizaje y por consiguiente del sistema educativo en general; se constituye en rendición de cuentas, pues permite detectar fortalezas y debilidades, que al final deben ser vistas como oportunidades de mejora e incremento de la calidad.
Quienes tienen la responsabilidad de evaluar, deben tener como norte el propósito de mejorar estándares basados en una buena planificación, la cual tiene que estar sustentada en la información resultante de lo previamente evaluado.
Debe ser un compromiso serio de cada evaluador enfrentar con espíritu crítico y proactivo los nuevos enfoques evaluativos de forma que esté alineados con las normas que regulan el proceso.
La palabra es un término que se viene usando mucho en las últimas décadas y que en la actualidad está cargado de nuevos significados. Esta apreciación nos debe permitir flexibilizar nuestra mente para ser capaces de captar lo que hoy se entiende por evaluación.
En la antiguedad se entendía por evaluación, o se hablaba de ella en términos de corrección, de examen, de “cambio de nivel”, del grado de ajuste a unas normas o criterios.
En épocas más recientes, la evaluación se ha ejercido como control; se ha aplicado más al producto y a los resultados que a los procesos; ha sido más comprendida como medida y cuantificación; se ha polarizado en exceso en el alumno y su rendimiento más que en cualquier otro factor del proceso de enseñanza-aprendizaje y se ha usado para comparar y clasificar.
En muchos momentos, la evaluación educativa es entendida como fuente de mejora y podemos afirmar con rotundidad que sin evaluación no hay mejora posible y que sólo evaluando de continuo es como lograremos mejorar progresivamente. La evaluación nos permite conocer lo que sucede en la escuela, valorarlo y actuar más eficazmente.
El Instituto Dominicano de Evaluación e Investigación de la Calidad Educativa (IDEICE) es un Órgano público descentralizado, adscrito al Ministerio de Educación, que tiene a su cargo la gestión de la evaluación y la investigación de la calidad educativa. Fue creado mediante la Ordenanza No. 03-2008, del Consejo Nacional de Educación, el 25 de junio de 2008.
El IDEICE es la primera institución pública de República Dominicana, con carácter técnico, que se dedica enteramente a la evaluación e investigación de la calidad educativa y a la divulgación proactiva de hallazgos que impulsen una mejor educación primaria y secundaria en el país.
Las mismas cuentan con personal altamente capacitado quienes tienen la responsabilidad de atender las necesidades y requerimientos de evaluación , en aspectos como formación de evaluadores, acreditación de programas e instituciones, seguimiento, elaboración de pruebas de evaluación de la calidad educativa, en coordinación con el Ministerio de Educación entre otras acciones desarrolladas.
El cambio y la mejora de la calidad en los centros educativos es un objetivo alcanzable si se mejoran los procesos de gestión, de organización. Una de las herramientas que posibilitan esta mejora en la gestión es la evaluación.
La evaluación facilita la información necesaria sobre el estado del centro, potenciando mecanismos de discusión, reflexión y participación de todos los agentes implicados la misma perderá su sentido si no está enfocada a analizar la eficiencia y la efectividad del sistema para lograr un determinado perfil de centro y una determinada posición del mismo en el entorno.
La evaluación nos sirve para analizar la puesta en marcha y el desarrollo del proyecto educativo por tanto es una herramienta idónea para constatar el grado de cumplimiento de diversas metas y objetivos del Proyecto Educativo.
Fuentes:
launiversidad.up
Unir.net
ideice.gob.do