La mitad de los bosques mundiales han desaparecido, y las áreas forestales con mayor biodiversidad están en peligro. La gestión sostenible de los bosques debe pasar de las palabras a la práctica.
Hablemos un poco de la Foresta
El adjetivo forestal se emplea para aludir a aquello vinculado a los bosques: los lugares que presentan una elevada cantidad de matas y árboles. Estos ecosistemas sirven como hábitats de numerosas especies y cumplen con funciones muy importantes en la preservación de la biodiversidad y el medio ambiente.
El aprovechamiento y la explotación de los bosques
La idea de aprovechamiento forestal alude a la extracción de recursos (madera, frutos, etc.) de los bosques. Estos productos forestales desarrollan un papel relevante en la vida económica de muchas regiones que tienen el bosque como principal medio de vida debido a los ingresos que genera.
La economía basada en el aprovechamiento forestal se denomina economía forestal. En dichas zonas existen grandes superficies boscosas cuyos arbustos y árboles permiten la obtención de madera que se utiliza para fabricar todo tipo de productos.
La economía forestal se basa en la explotación de recursos como la madera.
Por lo general, este tipo de economía también se denomina maderera o de bambú, y se practica en los países en desarrollo que cuenten con grandes superficies boscosas. No debemos subestimar la cantidad de productos que se pueden fabricar a base de madera: desde la celulosa del papel hasta los muebles, pasando por la película fotográfica y los edificios. Además, la madera sobrante puede usarse como fuente de energía térmica.
La noción de manejo forestal, por otra parte, hace referencia a la gestión biológica, social, económica, administrativa y legal de un bosque. Apelando a criterios técnicos y científicos, el manejo forestal busca proteger estos espacios y regular su explotación.
La restauración forestal
Dado que el ser humano atenta contra el equilibrio del planeta a cada paso, uno de los conceptos claves para intentar compensarlo por su acción nociva es la restauración forestal. Se trata del proceso que se lleva a cabo para recuperar los terrenos forestales que hayan sido degradados de alguna manera, reactivando sus funciones, favoreciendo su desarrollo y mejorando la calidad de sus ambientes.
Por medio de la restauración forestal es posible conseguir que un terreno evolucione de forma dinámica hasta alcanzar un estado favorable y una mayor estabilidad. Algunos espacios naturales son especialmente vulnerables a nuestro accionar. Tal es el caso del monte mediterráneo, en el cual se concentra un gran número de especies diferentes; su estabilidad es muy frágil ante la acción que el ser humano ejerce cuando interactúa con su medio y, por ejemplo, agrede a alguno de sus agentes naturales.
En este marco, cada región puede llevar a cabo planes de acción con el objetivo de restaurar un espacio forestal y protegerlo de futuros daños. Para ello se suelen usar especies que se adapten al terreno, tanto aquellas que existieran antes de la deforestación como otras que sirvan para aumentar la diversidad y mejorar los ecosistemas forestales.
El concepto de reforestación está vinculado con la restauración forestal, ya que se trata del proceso mediante el cual se introducen plantaciones en espacios donde determinadas especies vegetales hayan sido afectadas negativamente por el accionar humano. El objetivo de este conjunto de prácticas es repoblar ecosistemas que hayan sido deteriorados, y para ello resulta fundamental utilizar semillas y plantas sanas, además de llevar a cabo un seguimiento riguroso de su adaptación al medio.