Su historia
Inventor: Babilonios (3 500 a.C); Chinos (1 300 a.C)
La historia del ábaco se remonta a la época cuando el hombre se hizo agricultor y se dedicó al comercio. De ahí surgió la necesidad de contar. Ayudado por sus dedos y por pequeñas piedras, más tarde idearía el ábaco.
El ábaco parece haber sido inventado por diferentes civilizaciones, de manera independiente, como la etrusca, hindú, egipcia, griega, china y azteca. Pero se le atribuye tanto a los babilonios (aproximadamente 3 500 a.C) como a los chinos (1 300 a.C).
El ábaco más antiguo y simple del que se sirvieron muchas culturas, consistía en un tablero con una capa de arena oscura. Sobre la superficie se trazaban diversos símbolos y figuras.
Suele consistir en un tablero con alambres o surcos paralelos entre sí en los que se mueven bolas o cuentas. En la antigua Roma, el ábaco era un tablero de cera cubierto con arena, una tabla rayada o con surcos.
El ábaco moderno está compuesto de un marco de madera o bastidor con cuentas en alambres paralelos y de un travesaño perpendicular a los alambres que divide las cuentas en dos grupos.
El ábaco revolucionó la técnica de contar y permitió al hombre realizar operaciones matemáticas con varias cifras.
En el año 1,000 aproximadamente, Gilberto de Aurillac (quien más tarde sería el Papa Silvestre III) propuso el empleo de ciertas bolas a las que se les atribuyera un valor escribiendo sobre ellas una cifra.
En la antigüedad los ábacos adoptaban diversas formas:
- Tablas recubiertas de polvo y cera.
- Tablas metálicas en las cuales dos columnas eran hendiduras por las que se deslizaban cuentas, fichas o bolas.
- Tablas en forma de tablero de damas o ajedrez.
- Ábacos con varillas verticales por las que se pueden pasar discos agujereados.
Su uso
El ábaco es un instrumento de cálculo que constituye en si una una forma lúdica y sencilla de adquirir conceptos numéricos básicos, pues permite la representación de cantidades de manera concreta, así como el establecimiento de relaciones y la realización de operaciones.
Sus orígenes se remontan a Asia menor, y es considerado el precursor de la calculadora digital moderna. Los mercaderes árabes y europeos de la Edad Media lo utilizaban hasta que fue gradualmente reemplazado en forma por la aritmética basada en los números indo-árabes.
Por ser un material manipulable y muy atractivo resulta muy útil para entender el sistema posicional de numeración y para comprender las operaciones de números naturales, sobre todo sumas y restas.
El recurso que te presentamos a continuación permite generar cantidades en el ábaco, descomponer las mismas en unidades, decenas y centenas y comprobar los resultados cada vez. Ayudará a que las niñas y los niños entiendan la importancia de la posición de los dígitos y no que lo aprendan mecánicamente.
Con el siguiente recurso podrás poner a tus estudiantes a practicar el uso del ábaco. Para utilizar sigues los siguientes pasos:
- Haz clic en los números para escribir la cantidad deseada.
- Clic en «Generar».
- Clic en los signos «+» y «-» para utilizar en ábaco.
- Para ver resultado haz clic en «Comprobar«.
- Escribir la cantidad según su posición: centena, decena o unidad.
- Clic en «Continuar» para pasar a la siguiente posición.
- Por último clic en «Comprobar«.
- Para realizar otra actividad haz clic en «Borrar» y regresa al paso 1.
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