La desertificación es el resultado de un ciclo de degradación de la tierra. Como consecuencia de la sobreexplotación por agricultura intensiva, industria forestal y excesiva tala los suelos fértiles se convierten en tierra estéril.
Entre factores que desencadenan esta situación, describen en Ecologistas en Acción, se encuentran la explotación insostenible de los recursos hídricos, que causa daños ambientales como la salinización y el agotamiento de los acuíferos. También puede mencionarse la pérdida de la cubierta vegetal, las actividades industriales, el turismo en masas y la agricultura de regadío.
Especialmente relevantes son las graves consecuencias para la seguridad de los ecosistemas, la erradicación de la pobreza, la estabilidad socioeconómica y el desarrollo sostenible a nivel mundial.
Algunos datos
La desertificación afecta el bienestar de millones de personas en todo el mundo. Según datos de las Naciones Unidas, 2.600 millones de personas dependen directamente de la agricultura. Debido a la sequía y la desertificación cada año se pierden 12 millones de hectáreas. A su vez, se ha calculado que la pérdida de tierra cultivable es 30 o 35 veces superior a la tasa histórica.
Asimismo, representa un tercio de las amenazas globales contra la biodiversidad. Es una problemática que requiere de atención a nivel internacional.
Día Mundial de la lucha contra la Desertificación y la Sequía
El 17 de junio es el Día Mundial de la lucha contra la Desertificación y la Sequía. Fue declarado en 1994 por la Asamblea General de las Naciones Unidas. El objetivo de esta fecha es fomentar la conciencia pública sobre el tema, así como también la puesta en acción de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación – mismo año de adopción – en aquellos países afectados ya sea por graves sequías, por desertificación, o por ambas, en particular en África.
De igual manera, el Día Mundial de la lucha contra la Desertificación y la Sequía remarca la importancia de la cooperación inclusiva para tratar el suelo degradado. Así, se avanzaría hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), en los que el asunto de la tierra es prioritario para cubrir las necesidades de todos y poder lograr un desarrollo sostenible.
Fuentes: UNESCO / ONU / Ecologistas en Acción.