El 20 de noviembre de 1989 la Asamblea General de las Naciones Unidas, adoptó la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño, asumiendo los Estados Partes que los niños, niñas y adolescentes tienen derechos específicos, y que los mismos deben ser ejercidos y respetados a nivel universal.
Al año siguiente, el 29 de septiembre de 1990 -27 días después de entrar en vigor la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño- se celebró en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York, la Cumbre Mundial de la Infancia, con la presencia de Jefes de Estado, primeros ministros y dignatarios de más cien países del mundo, con la finalidad de consensuar compromisos, estrategias y políticas a favor de la niñez.
Para 1991, República Dominicana se hace signatario de la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño, asumiendo el compromiso de garantizar a la niñez dominicana los derechos enmarcados en esta Convención, como son salud, educación, protección, igualdad; identidad y nacionalidad; libertad de expresión seguridad social; esparcimiento, recreación y actividades culturales y acceso a una información adecuada, entre otros.
El entonces presidente, Dr. Joaquín Balaguer declara en 1992, el 29 de septiembre de cada año como “Día Nacional de los Derechos del Niño”, mediante el decreto número 288-92 en vista de la necesidad de sensibilizar a las instituciones públicas, privadas y a la sociedad civil en general sobre la importancia de dar atención especial a la situación de la niñez y a la búsqueda de soluciones conjuntas para lograr su bienestar.
Esta fecha es ideal para reflexionar sobre la aplicación de los derechos de la niñez, sobre todo cuando las estadísticas afirman que miles de nuestros niños no asisten a la escuela y se pasan los días en las principales vías del país realizando trabajos inadecuados para su edad. Estos y otros problemas sociales afectan a los responsables del futuro del país: los infantes.
En este sentido, los Centros Educativos, maestros y maestras juegan un rol importante en la concienciación y cumplimiento de dichos derechos. Desde la escuela, los educadores tienen la oportunidad de instruir a los niños con relación a cuales son sus principales derechos y como pueden hacerlos cumplir.
Tomado de Unicef.org