A pesar de no haber asistido a la escuela en su niñez y no saber leer ni escribir, es considerado como uno de los más notables genios militares de la historia de la República Dominicana.
En la guerra de la independencia, comandó, con el rango de coronel, tropas de zonas rurales. Se destacó en las campañas militares de la Línea Noroeste.
Con los primeros levantamientos revolucionarios en pro de la Guerra de la Restauración, en febrero de 1863, estuvo entre los jefes que se apersonaron al lugar de los acontecimientos a sofocar los desórdenes.
En agosto de 1863, al comenzar la revolución, fue el primer y más importante jefe militar que pasó a las filas patriotas.
El 31 de agosto de 1863, levantó el Cantón General de Quinigua y se dirigió a La Toma de Santiago. En Guarubito venció a Hungría, Alfau y Buceta. Libró otras batallas importantes para la gesta restauradora.
Derrocó a José Antonio Salcedo de la Presidencia, tomando posesión del cargo. Salcedo fue fusilado. Luego Polanco tuvo que renunciar, y fue procesado por el fusilamiento de Salcedo.
Logró salvar su vida escapando de la cárcel. Un consejo de guerra tomó en consideración su condición de analfabeto y lo descargó de esa acusación.
Pero Pimentel insistió en perseguirlo durante su gobierno, por lo que se alzó en las lomas. Se ocultó esperando la caída del régimen de Pimentel.
Luego de restaurada la República, participó en varios movimientos revolucionarios, como todos los de su época. En una acción armada fue herido en un pie y trasladado a la ciudad de la Vega, donde murió aquejado de tétanos, producto de la herida recibida.
Gaspar Polanco Presidente
Fue juramentado presidente del Gobierno Restaurador entre el 10 de octubre de 1864 y el 24 de enero de 1865. Su gobierno sólo duró tres meses pues cayó en el descrédito porque otorgó múltiples privilegios a sus allegados, entre los que figuraban productores de tabaco del Cibao. Además dirigió una administración del Gobierno que se caracterizó por su intolerancia política.
A pesar de ser un hombre analfabeto, alcanzó sus méritos políticos y militares por su participación el 7 de julio de 1857, en el movimiento liberal que culminó con el derrocamiento del Presidente Buenaventura Báez, y su papel protagónico en la Guerra de la Restauración.
El 9 de octubre de 1863, Gaspar Polanco y un grupo de oficiales del Ejército Restaurador, acusaron al Presidente Pepillo Salcedo de conducir la Revolución de la Restauración a la derrota.
Atribuyeron a Pepillo Salcedo haber expresado que renunciaría y entregaría el poder a Buenaventura Báez, quien era considerado por Gaspar Polanco y sus hombres como un enemigo de los intereses del Cibao.
Se trataba de hombres que formaron parte del movimiento cívico militar que derrocó el Gobierno de Buenaventura Báez en el año 1857.
El golpe de Estado contra el primer Gobierno de la Restauración culminó con la juramentación de Gaspar Polanco como nuevo Presidente de la República, el 10 de octubre de 1864.
Entre sus acciones de intolerancia política que caracterizaron su administración, ordenó el fusilamiento del derrocado Presidente José Antonio Salcedo (Pepillo), y de otros adversarios.
Su Gobierno fue derrocado por otro movimiento militar en enero de 1865.
Hombre decidido y valiente
Hombre muy valiente y decidido en sus actuaciones. Siempre estaba dispuesto para el combate, no importando las horas. Manejaba el arma y el machete con mucha habilidad. Ha sido una figura vilipendiada en la historia nacional. Se le ha acusado de haber fusilado en Maimón, Puerto Plata, al general Pepillo Salcedo, hecho ocurrido el 5 de noviembre de 1864.
Se le ha comparado con la del principal héroe y adalid de esa guerra, el general Gregorio Luperón. Su gran defensor fue el doctor Alcides García Lluberes, cuando sostenía: “Además, en nuestro humilde parecer, Gaspar Polanco y Borbón es la primera espada de nuestra asombrosa Guerra Restauradora”.
El expresidente de la República y reputado historiador Prof. Juan Bosch, ha dicho de Polanco: “El pueblo dominicano cree a pie de juntillas que el gran héroe y jefe militar de la guerra Restauradora fue Gregorio Luperón, y sin dudas fue un héroe y un jefe militar, y además del prestigio que conquistó en esa guerra iba a llevarlo al liderazgo del Partido Azul. Pero el gran jefe guerrero fue Polanco, a quien se menciona de tarde en tarde.
Murió en La Vega, 28 de noviembre de 1867, afectado de tétanos por una herida que recibida en un pie en Sabaneta (Esperanza).
Sus restos descansan en el Panteón Nacional.
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