Gastón Fernando Deligne – El poeta

Niñez y estudios

Cuando era niño, su padre murió de fiebre tifoidea mientras intentaba mejorar su situación económica en Haití. La pobreza de su madre impactó al filántropo Padre Billini, quien lo admitió en el Colegio San Luis Gonzaga, graduándose bachiller en 1877.

Vida laboral

Luego de culminar sus estudios, se desempeñó como tenedor de libros en un almacén propiedad de Aaron Namias en la Zona Colonial Santo Domingo, donde laboró por quince años.

En 1891, debido a la severa crisis económica y al desequilibrio político y social que aquejaba a la capital dominicana, decidió mudarse a San Pedro de Macorís, y fijó su última residencia en esta ciudad. Cuando llegó a Macorís, trató de convertirse en comerciante, pero fracasó, porque en seis años había montado tres empresas y todas habían fracasado. Ante esta situación, continuó con su antiguo trabajo como contador y encontró protección en el banquero alemán Van Kampen, Van Kampen, Schumacher & Co., quien lo protegió hasta el momento de su muerte.

Colaboró en varios periódicos con su nombre o bajo seudónimos, como fueron, en El Cable, Prosa y Verso, editados en San Pedro de Macorís; El Teléfono, Letras y Ciencias, El Lápiz, la Revista Ilustrada y La Cuna de América, de Santo Domingo; y Cuba Literario, de Santiago de Cuba.

El poeta

Gastón Fernando Deligne surge como vínculo entre la tradición neoclásica y romántica y las corrientes del siglo XX. Lo situamos en la época postromántica y es considerado realista y racionalista. Esta modalidad muy en boga en los años 1880 era respaldada por muchos como, entre otros, Eugenio María de Hostes, quien implantó la enseñanza racionalista.

Con Deligne aparece la poesía sicológica y la poesía política que es de agudo sentido crítico. Introduce el tiempo y retrospectivismo.

Su obra constituye un fehaciente giro del lenguaje poético. Enriqueció la poesía dominicana con una sensibilidad diferente y con gran originalidad, no sólo en el extenso caudal de expresiones e imágenes, sino en el contenido filosófico y la dignidad conceptual de que reviste sus composiciones.

Es considerado el príncipe de los líricos nacionales. Su alta meditación poética recoge las cosas más comunes y les infunde fuerza, alejándolas de toda vulgaridad y repetición.

Poseyó un sinnúmero de recursos técnicos tales como- poder de condensación, dominio de contrastes, variedad de recursos verbales, dicción, imaginación plástica. Estos detalles le permiten expresar las ideas más prosaicas y realistas junto con las más altas y elevadas.

Como escritor realista, aspira a captar en su obra la vida tal y como es; quiere suprimir el yo de todo lo que escribe. Se concentra en la razón, pensamiento, sustancia, rigor, mesura. El realismo es una reacción contra el subjetivismo romántico.

Entre sus características se cuentan: ambiente local, descripción de costumbres. y sucesos contempera neos, afición al detalle, espíritu de imitación fotográfica, reproducción del lenguaje coloquial o familiar de giros regionales.

Deligne como realista quiere hacer poesía con rigor científico (positivismo francés), confundiendo que la ciencia procede por acumulación y sucesión de experiencias y que el poeta es siempre un universo en sí, el cual descubre el mundo desde la expresión personal que es su verso.

Opiniones de algunas personalidades

Tomado íntegramente del periódico digital “Acento.com.do”, trabajo realizado por Juan Ventura, titulado: “Personajes exaltados al Panteón Nacional: Gastón Fernando Deligne”, varias personalidades incluyendo su esposa ofrecen su datos importantes de Deligne.

El licenciado Néstor Contín Aybar lo describe así: “de estatura baja, de cara mejor redonda que larga, la cabeza apenas poblada de un pelo casi rubio, lo mismo que el de las cejas y el bigote; la boca de un tamaño regular y de labios finos; los ojos pequeños; pero de mirada viva, penetrante, escudriñadora y expresiva. Para la lectura gastaba lentes que sujetaba al ojal de la solapa del chaleco por una fina cadena de oro” (Historia de la Literatura Dominicana, tomo II. Santo Domingo, R. D, Editora Taller, 1983, página 225, publicado por la Universidad Central del Este).

Gustavo Adolfo Mejía Ricard, ha ponderado su labor poética de la manera siguiente: “En la aurora de su vida produce sus mejores versos ; los más geniales y afamados, esto es, en la década del 1883 al 1893 ; y a su labor sigue sin interrupción, llenando las publicaciones de tres lustros más que van dando esta última fecha hasta el 1908, en que sale a la palestra de la publicidad su tomo Galaripsos, la más completas de sus selecciones poéticas” (Gastón Fernando Deligne el poeta civil, Ciudad Trujillo, 1944, Editora Pol Hermanos, ,página 145).

El poeta Abelardo Vicioso ha escrito un ponderado y exhaustivo estudio intitulado: Vida, obra y ambiente de Gastón Deligne, en donde dice: “Calificado como príncipe—poeta, escribió poesía descriptiva, costumbrista, indigenista, galante, amorosa, panegírica o laudatoria, patriótica, política, histórica, social y filosófica, y creó su propio género, único en América: el poema psicológico—social. Tradujo, además, composiciones de destacados poetas extranjeros” (contenido en Obras Completas, tomo I. Soledad y Poemas dispersos, Editora Corripio, Santo Domingo, R. D., página 11). Publicado por la Fundación Corripio.

Obras

Publicó las obras: Soledad, en 1887; Galaripsos, en 1908; Romances de la Historia, en 1931; Páginas Olvidadas, en 1944, edición preparada y prologada por el licenciado Emilio Rodríguez Demorizi. Soledad y poemas dispersos (obras completas 1, Fundación Corripio, 1996).

Sus poemas, acceda desde aquí

Enfermedad y muerte

Vicioso nos narra los últimos días de Deligne: “Agobiado por una vida de miseria, enfermedad, ingratitud, incomprensión y sufrimientos, cayó Deligne en la desesperación y perdió las escasas esperanzas de dicha que sostenían su lacerado espíritu. Tenía 51 años y más de una vez había exclamado: “¡Ya no es posible seguir viviendo!”.

“Según su compañera, Cornelia Rivera, “la obsesión del suicidio le sobrevino poco después de la aparición de las primeras manchas de lázaro”. El terrible mal corroía sus carnes y minaba su salud inexorablemente, quebrantando el temple de su espíritu. La idea de desaparecer parecía dominar en su mente afiebrada” (Obra citada de Vicioso, página 160).

Murió en San Pedro de Macorís el 18 de enero de 1913 al quitarse la vida después de sufrir al igual que su hermano de la cruel y desgarrante lepra que lo despedazaba en plena vida.

Fuentes:

https://acento.com.do/opinion/personajes-exaltados-al-panteon-nacional-gaston-fernando-deligne-8879502.html
https://repositorio.unphu.edu.do/handle/123456789/825
http://www.los-poetas.com/n/gaston1.htm

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