La Perseverancia

Al igual que la justicia el calendario escolar establece la perseverancia como uno de los valores a trabajar en las aulas en este mes de abril.

Es importante saber que una persona perseverante termina lo que ha empezado, vuelve a intentarlo tras un fracaso inicial, persigue sus objetivos y se mantiene concentrada y trabajando en su tarea.

Por el contrario, si nos vamos al extremo opuesto de la perseverancia, nos encontramos con personas perezosas y vagas, que se rinden demasiado pronto o que ni siquiera lo intentan, que buscan lo fácil y toman atajos siempre que pueden, pierden el interés con facilidad y abandonan ante la más mínima dificultad.

La perseverancia es algo que suele ser admirado por los demás. ¿Quién no sintió admiración por aquella corredora que, a pesar de estar exhausta, sin apenas poder moverse, siguió hasta cruzar la línea de meta, demostrando así un gran espíritu de lucha y superación?.

Las personas más perseverantes son aquellas que:

  • Consideran que están suficientemente capacitadas para hacerlo bien y tener éxito.
  • Creen que pueden ejercer control sobre los resultados.
  • Esperan tener éxito. Si tras un resultado negativo, una persona espera que se produzcan más resultados negativos, entonces difícilmente seguirá intentándolo. En cambio, esperar un resultado positivo aumenta la motivación para seguir adelante.
  • Son optimistas.
  • Tienen una alta autoestima.
  • Tienen un alto deseo de control y autonomía.
  • Tienen una alta capacidad de Autocontrol.
  • El estado de ánimo también ejerce una influencia, de manera que persisten más las personas con un estado de ánimo positivo.
  • Las personas son también más perseverantes cuando han elegido su meta voluntariamente, la consideran importante, están motivadas y les gusta.
  • También persisten más las personas que encuentran el modo de hacer la tarea más interesante y atractiva.

La perseverancia se aprende con ejemplos. Que los padres, así como los profesores del niño, le enseñen qué es ser perseverante a través de sus acciones. Lo lograremos si somos constantes en nuestras actividades y prevemos los obstáculos, si tenemos firmeza frente a las dificultades, si enfrentamos los retos sin miedo, con un compromiso pleno y decidido para cumplir con nuestra tarea, o lo que sea.

El niño puede aprender a ser perseverante:

– En los estudios
– Con los deberes
– Con los problemas y dificultades
– Jugando, perdiendo o ganando
– Con sus ilusiones y metas
– Teniendo el apoyo de sus padres
– Sabiendo que puede aprender de las experiencias buenas y malas
– Percatándose de que vale la pena luchar por lo que se quiere
– Cuando tiene que cumplir una tarea para conseguir lo que quiere
– Teniendo en cuenta sus triunfos y éxitos
– Recibiendo la enhorabuena por sus buenas notas
– Identificando sus errores y sus fallos y buscando no repetirlos
– En sus participaciones en tareas de equipo
– Con la realización de un deporte
– Cuando recibes impulsos y estímulos de sus padres
– Haciendo manualidades, etc.

Desde Educando, te invitamos a desarrollar  este valor de la perseverancia un valor de vida elemental que día a día se vuelve más importante.

 

 

 

 

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