Orientador Escolar rol clave e integrador de una educación de calidad para la formación humana

Desde siempre, la figura del orientador educativo se enfocaba desde la perspectiva de servir de guía para la toma de decisiones que afectaban al futuro del estudiante, como el consejo sobre la mejor elección de los estudios a seguir. En base al perfil -personal y académico- del alumno, este profesional confeccionaba un plan de posibles salidas académico-laborales que eran una buena referencia a tener en cuenta. Así también, tradicionalmente ha colaborado estrechamente con el Director del centro escolar para el estudio de los casos más problemáticos de indisciplina para imponer  las expulsiones y la adopción de medidas correccionales.

La evolución del sistema educativo, los profundos cambios socio-culturales, el cambio de roles en las familias, la aparición de nuevos modelos de conducta y el nuevo enfoque de los jóvenes ante los estudios, entre otros factores, obligan a que la labor del orientador sea multidisciplinar y muy necesaria en los centros, principalmente en el caso de los referidos a la Enseñanza Secundaria, donde se producen los casos más difíciles de gestionar dada la etapa de desarrollo y madurez de los alumnos.

El orientador toma partido en la metodología de estudios aplicada en el propio centro, participa activamente en campañas de concienciación y responsabilidad con el estudio, y mantiene un contacto permanente con las familias y los alumnos, estudiando su situación personal y evaluando soluciones que beneficien principalmente a la estabilidad y equilibrio del menor. La labor del orientador se invierte como una acción preventiva, de cara a, por ejemplo, evitar el fracaso escolar, detectar las dificultades en el aprendizaje, contribuir a una mejora psicológica y afectivo-social del alumno y ayudando a las familias a redirigir la educación del menor en base a los principios y derechos de este hacia una educación en igualdad, justicia y protección, atendiendo a sus necesidades.

El orientador educativo suele tener una formación superior en psicología y/o pedagogía, debiendo favorecer la calidad de la enseñanza, brindando su apoyo y asesoramiento, aplicando métodos de trabajo en grupo, colaborando en programas individuales de ayuda y orientación, y actuando siempre con imparcialidad.

La figura del orientador educativo en colegios e institutos es de creación bastante reciente aunque años atrás, cuando no existía el orientador educativo como tal, siempre había en todo centro de enseñanza un profesor o tutor que se “encargaba” de estos menesteres con el fin de orientar y aconsejar al alumno.

Un orientador educativo es esa persona que brinda un servicio técnico, personal y sistemático a los alumnos del centro educativo (colegio o instituto) en el que se encuentre, con el fin de ayudarlos a conocerse a sí mismos: sus posibilidades, sus limitaciones, sus gustos académicos, la profesión futura que quiera ejercer, o aquella para la que esté realmente cualificado, etc. De esta forma, el alumno estará informado en todo momento, tendrá un conocimiento propio sobre él y su situación educativa y personal y conocerá su entorno, para así poder tomar las decisiones adecuadas alcanzando el máximo desarrollo personal, social y académico dando lugar a la transición lógica y natural de niño a ciudadano libre y autónomo.

¿Cuáles son las funciones del orientador educativo?

A continuación, exponemos todas las funciones que puede desempeñar y llevar a cabo un orientador educativo en un colegio o centro de enseñanza:

  • Deberá asesorar tanto al alumnado, como a los tutores y familias, siempre con el fin de mejorar las calidades educativas del lugar y las relaciones interpersonales.
  • Deberá identificar las necesidades educativas del alumnado haciéndoselas saber en todo momento para que este conozca su realidad académica.
  • Deberá colaborar junto con los profesores y familia en la prevención y detección de las dificultades de aprendizaje que el alumno o alumna presente. De esta forma, el alumno llevará un aprendizaje 100% personal e independiente al resto de alumnos.
  • Aunque el alumno requiera de un aprendizaje distinto al resto deberá también asegurar su continuidad educativa a través de las distintas áreas, ciclos y etapas que conforman el sistema educativo.
  • Deberá prestar cierto asesoramiento psicopedagógico al profesorado y órganos de gobierno del centro para que estos tengan más herramientas educativas que poner en práctica en sus clases.
  • Asesorar al profesorado y demás personas del Consejo Escolar en la elaboración, desarrollo y evaluación del Plan de Atención a la Diversidad, documento que todos los colegios deben disponer.
  • Colaborar en el desarrollo de los procesos de innovación, investigación y experimentación que ponga en marcha el centro educativo, dando su punto de vista y asesorando de nuevo.
  • Contribuir a la interacción entre todos los integrantes de la comunidad educativa (padres, madres, profesores, conserjes, alumnos), para una buena convivencia y una mayor comunicación entre todos.
  • Tener un Plan de Orientación de Centro y de la Zona educativa.
  • Participar en todos los planes institucionales y estratégicos, así como en todas las reuniones de profesores que se establezcan. De esta forma estará siempre informado de los acontecimientos que sucedan en el colegio o instituto.

 

Fuentes:

www.formacionyestudios.com

 

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