LA LECTURA Y LA ESCRITURA
La lectura es un proceso a través del cual se adquieren y comprenden informaciones recopiladas usando signos gráficos o alguna forma de lenguaje. Sirve de instrumento para la comunicación, para el análisis, la comprensión y el conocimiento.
En los aportes de Narvarte (2007) B, esta autora plantea que en la lectura intervienen procesos mentales en la que la persona reconoce visualmente los símbolos, los integra en palabras, hace una asociación de las palabras con su significado, compara lo leído con su experiencia personal, llegando así a la comprensión.
La escritura es la representación por medio de letras o signos de ideas y conceptos. A través de la escritura se expresan opiniones y sentimientos. Desde la época de las cavernas, en la prehistoria, las personas solían tallar símbolos y gráficos en las paredes, como forma de comunicar sus ideas y pensamientos.
Leer y escribir implica una percepción visual adecuada la cual se manifiesta cuando se ponen en práctica capacidades como la agudeza visual, la coordinación y el seguimiento visual, la discriminación visual de formas, la diferenciación visual de figura-fondo, la memoria visual y la constancia perceptual. Asimismo, contribuyen con estos procesos la adquisición de habilidades como la coordinación visomotora, la conciencia silábica, la memoria auditiva y la conciencia fonológica.
La percepción visual (del latín perceptio) consiste en recibir, a través de los sentidos, las imágenes, sonidos, impresiones o sensaciones externas. Se trata de una función psíquica que permite al organismo captar, elaborar e interpretar la información que llega desde el entorno.
Es importante diferenciar entre el estímulo, que pertenece al mundo exterior y genera el primer efecto en la cadena del conocimiento, y la percepción, que es un proceso psicológico y pertenece al mundo interior. Podría decirse que el estímulo es la energía física, mecánica, térmica, química o electromagnética que excita o activa a un receptor sensorial.
La percepción visual es aquella sensación interior de conocimiento aparente, resultante de un estímulo o impresión luminosa registrada por los ojos. Por lo general, este acto óptico-físico funciona de modo similar en todas las personas, ya que las diferencias fisiológicas de los órganos visuales apenas afectan al resultado de la percepción.
Las principales diferencias surgen con la interpretación de la información recibida, a causa de las desigualdades de cultura, educación, inteligencia y edad, por ejemplo. En este sentido, las imágenes pueden “leerse” o interpretarse tal como un texto literario, por lo que existe en la operación de percepción visual la posibilidad de un aprendizaje para profundizar el sentido de la lectura.
Los psicólogos de la Gestalt, a comienzos del siglo XX, fueron los primeros en proponer una teoría filosófica de la forma. Max Wertheimer, Wolfgang Köhler, Kurt Koffka y Kurt Lewin, entre otros, aseguraron que, en la percepción, el todo es mayor que la suma de las partes.
La agudeza visual es la capacidad del sistema de visión para percibir, detectar o identificar objetos especiales con unas condiciones de iluminación buenas. Para una distancia al objeto constante, si el paciente ve nítidamente una letra pequeña, tiene más agudeza visual que otro que no la ve.
El seguimiento visual describe la capacidad de controlar bien el movimiento del ojo, moviendo ambos ojos a la misma vez de izquierda a derecha con precisión. Los niños con problemas de seguimiento visual tienen dificultad para controlar los movimientos del ojo cuando miran las cosas de cerca, como ocurre en la lectura. Los problemas con el seguimiento pueden conducir a una variedad de problemas académicos y físicos.
La discriminación visual es una habilidad viso-perceptiva que nos permite detectar, diferenciar y seleccionar estímulos visuales, basándonos en los atributos que les caracterizan. Además, la habilidad de discriminación visual contribuye a la segmentación de la figura-fondo, las relaciones viso-espaciales, el cierre visual, la memoria y la lógica visual. De esta manera, la persona puede manipular objetos y estímulos visuales de su entorno natural.
La memoria visual es una forma de memoria que preserva algunas características de nuestros sentidos relacionados con la experiencia visual. Somos capaces de localizar información de memoria visual que se parece a objetos, lugares, animales, o personas en una imagen mental.
Diferenciación figura fondo. Cuando miramos un objeto o un conjunto de objetos percibimos sus cualidades visuales (figura). Al mismo tiempo que los observamos, percibimos también los atributos visuales de aquello que está a su alrededor ya que, en el entorno, los objetos no están aislados (fondo).
Formas, colores y texturas rodean los objetos que observamos, les sirven de marco y generan contrastes que los hacen resaltar o similitudes que los hacen fundirse uno con otro. La relación entre las cualidades visuales de los objetos y las de aquello que lo rodean es lo que en Plástica se denomina «relación figura-fondo».
La coordinación visomotora es la capacidad que permite ajustar con precisión el movimiento corporal como respuesta a estímulos visuales. Debe desarrollarse en los primeros 5 años de vida del niño; le corresponde al nivel pre-escolar facilitar actividades con variados materiales y objetos. Ya que a través de la manipulación y la ejercitación con estos, se va formando el pensamiento y el aprendizaje de habilidades más complejas.
La coordinación visomotora es importante para el buen rendimiento académico, resulta clave para el aprendizaje, sobre todo de la escritura, ya sea de números o de letras.
El niño en Preescolar desarrolla la escritura primeramente con el dibujo, el garabateo, luego comienza a diferenciar el dibujo de la escritura, inicia la escritura con letras sueltas. En el primer grado inicia la escritura convencional, en la cual emitir los sonidos de lo que quiere escribir y pone alguna de las letras que va oyendo.
La coordinación viso-motora implica el ejercicio de movimientos controlados y deliberados que exigen de mucha precisión, son requeridos especialmente en tareas donde se utilizan de manera simultánea el ojo, mano, dedos como por ejemplo: rasgar, cortar, enhebrar, encajar, colorear, escribir, etc.
Conciencia silábica es la capacidad de segmentar palabras en sílabas o manipular las unidades que componen nuestro lenguaje. Habilidad para distinguir los golpes de voz que se pueden observar en una palabra. Para diferenciar los sonidos de las sílabas el ejercicio escolar más frecuente es el palmeado de las palabras a la vez que se pronuncian las sílabas de forma ralentizada.
Memoria auditiva es la habilidad para recordar lo oído en el orden y secuencia apropiados. Se concidera un componente de la memoria sensorial que retiene temporalmente la información auditiva del entorno. Los impulsos sonoros, que son los encargados de transmitir el sonido a lo largo del conducto auditivo, son procesados, y se transforman las señales eléctricas en conceptos mentales. Dichos conceptos mentales se traducen en imágenes sonoras, que son retenidas por el cerebro durante un tiempo limitado.
La memoria auditiva hace posible que:
- Recordemos con facilidad el nombre de personas que hemos conocido recientemente
- Memorizar un número de teléfono con solo escucharlo
- Recordar citas con solo hablarlo
- Recordar las voces de cada persona
En el caso de los niños, el hecho de no disfrutar de una buena memoria auditiva puede producirle problemas para obtener un buen rendimiento escolar, debido a causas como la dificultad para seguir el hilo de lo que dice el profesor, aprender a contar, recordar el sonido de las letras
No obstante, esta memoria puede mejorarse a través de entrenamientos para hacer más efectiva la capacidad de retención. Esta memoria es considerada la más importante, ya que le debemos el habla.
Conciencia fonológica es una habilidad que permite a los niños reconocer y usar los sonidos del lenguaje hablado. En preescolar esto significa ser capaz de seleccionar palabras rítmicas y contar el número de sílabas en un nombre. También involucra darse cuenta de cuántos sonidos se repiten (aliteración). Por ejemplo, “Susie saboreó seis sándwiches de salami”.
Después, la habilidad progresa de darse cuenta a hacerlo. Los niños identifican palabras que riman y separan palabras en sílabas o en sonidos sencillos escuchando en lugar de aplaudiendo.
La conciencia fonológica está compuesta de un grupo de habilidades. La más sofisticada es llamada conciencia fonémica, la cual es la última que se desarrolla.
Esta habilidad permite que los niños y las niñas identifiquen sonidos individuales (fonemas) en una palabra. Esto incluye la capacidad de separar una palabra en los sonidos que la integran y mezclar sonidos individuales para formar palabras. También involucra la capacidad de sumar, restar o de sustituir nuevos sonidos en palabras.
En conclusión, cuando una de estas habilidades no son adquiridas debidamente pueden traer como consecuencia dificultades para la adquisición de la lectura y escritura.
Una dificultad es todo impedimento u obstáculo que imposibilita la realización de alguna cosa; circunstancias que estorban el hacer, el comprender o el alcanzar ciertos objetivos. Las dificultades en la lectoescritura se refieren a las barreras que se presentan en la obtención adecuada de dicho aprendizaje.
El lenguaje oral, la escritura y la lectura son procesos que se deben dar de forma simultánea.
Recursos:
Los siguiente documentos en formato pdf, pueden ser descargados para se utilizados en el aula:
- Actividades de entrenamiento de habilidades viso-perceptivas (inglés-español)
- Conciencia Silábica
- Materiales para trabajar las habilidades fonológicas
- Material fotocopiable 5 años – Imágenes educativas
- El capullo
Fuentes:
- http://www.imageneseducativas.com
- http://www.mundomumu.com
- https://iris.peabody.vanderbilt.edu
- http://creena.educacion.navarra.es
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